Me pides que me siente. Un poco más adentro, me pides. Me duele, pero sabes que entre el dolor y el placer hay solo letras de diferencia, y me aprietas, me aprietas hasta que el rojo es palabra en mi boca, y te gusta y nos gusta, y luego el verde, y luego el rosa, que dices que no es color para aquellas batallas, que te gusta más el blanco, pero blanco con rojo ¿no da rosa? Luego fuegos artificiales, que parten desde donde se encuentran tensión e intensidad; el climax: dice el profesor, y yo como alumna inexperta le digo que no entiendo, que porfavor repita una y otra vez la lección.
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