CANCIÓN

Quién eres tú repentina

doncella que te desplomas

como la araña que pende

del pétalo de una rosa.

Tu cuerpo relampaguea

entre las maduras pomas

que el aire caliente arranca

del árbol de la centolla...

Caes con el sol,

esclava dorada de la amapola

y lloras entre los brazos

del hombre que te deshoja.

¿Eres mujer o eres dios

muchacha que te incorporas

como una nueva Afrodita,

del fondo de una corola?.

Herida en lo más profundo

del cáliz, te desenrollas,

gimes de placer, te estiras,

te rompes como una copa.

Mujer parecida al mar,

-violada entre ola y ola-

eres más ardiente aún

que un cielo de nubes rojas.

La mesa está puesta,

muerde la uva que te trastorna

y besa con ira el duro cristal

que te vuelve loca.

Quizas Nicanor Parra pueda explicar lo que siento...

elije el verso que más te guste, que yo sé que te gustará alguno, o mejor aún los amaras todos, tal como yo.

La Tirana v/s La secretaria

Viajo para perderme en los abismos de mis antepasados, no de los Dioses europeos que vinieron a esta tierra a entregar vergüenza y pudor, lo lamento, no creo en aquel Dios que castiga y hace a los hombres sentirse avergonzados de sentir, tal como lo hacen todos los que están vivos, de lo lógico, de lo sano, de vivir la vida una y otra vez, si creyera todo lo que me pretenden inculcar con años de rezos y cantos, con todo lo que he debido purgar por ser como soy, si el infierno existe, no es más que la copia infeliz del Edén, y yo estoy aquí para reírme feliz de ser la Secretaria; esa que tiene fantasía eróticas en el metro; esa que desea y ama a las mujeres tanto como a los h0mbres; esa que no espero a tener 16 para conocer las delicias del tabú más arraigado en la memoria colectiva de algunas sociedades corrompidas por el estigma del catolicismo; esa que parte mañana a la Fiesta de La Tirana, para unirse a sus ancestros indígenas, orgullosa de la sangre guerrera y apasionada que corre por sus venas, y que esta a punto de demostrar que la única diosa que existe para ella, es efectivamente, ella misma.

Desde la Pampa del Tamarugal

un beso

La Secretaria.

la secretaria ya no puede...