
Fácilmente me pierdo entre mis fantasías, pero tú no eres una de ellas, religiosamente te espero, mañana tras mañana, te veo subir a mi vagón, siempre en la misma estación; siempre a la misma hora, silenciosa y ansiosa serpenteo, me deslizo , me diluyo entre la gente para ubicarme justo a tus espaldas, cierro los ojos e inhalo ese aroma a jabón y a virilidad que exhalas, eres como el macho alfa: todo hombre, todo testosterona, todo sensualidad...y comienza el viaje...
Imágenes me bombardean, me aferro al pasamano y tu aroma me inunda, me obliga a pensar, me pierdo entre mis pensamientos, laberintos de olores me recuerdan lo viva que estoy... y lo húmeda que me puedo poner en solo unos segundos...
Dos manos abren dos piernas, una lengua en dos labios, y la gente mira, estupefacta, emocionada, caliente.Dos manos recorren dos pechos amenazantes con romper la blusa de secretaria que los sujeta, a través de la tela, dos pezones marcan la diferencia entre las otras y yo.
-me prometes que no se lo contaras a nadie-
-a nadie, linda, esto es lamer.
-mmm...
Y la gente mira, estupefacta, emocionada, caliente
....y el viaje continua...
El vidrio que se empaña tras una respiración agitada, dos respiraciones agitadas, miles de respiraciones agitadas se esconden tras miles de ojos presurosos, deseosos de que todo acabe o todo continúe, depende desde donde se mire.
Yo quiero que todo continúe, que no acabe o acabar mil veces, deseo extender esa lengua tuya hasta que mida metro y medio o más, que todo tú mida más, tus manos enormes sobre mi, tus ojos eternos sumergidos en mi, tu pecho abarcándome entera, y tu sexo, tu sexo de mil metros, hasta que me parta por la mitad, hasta que salga por mi boca...
-¿fue demasiado?, me dices mientras grito incontrolable... no, nunca es demasiado
Y la gente mira, estupefacta, emocionada, caliente
Pienso en lo fácil que resulta montarme sobre ti, lo difícil que resulta penetrarme, es que eres enorme, suspiro; mis dulces líquidos que inundan mi sexo y el tuyo facilitan la tarea de ambos, milímetro a milímetro siento como entras, cada pliegue, cada surco me estremece, me indica la senda de pasión que vas dejando en mi interior, me estremezco, no me puedo controlar, mi cuerpo tenso sobre el tuyo, no puedo detener esa sinuosidad de nuestros movimientos, tus manos que se marcan sobre mi y me indican cual es el ritmo, primero suave, subo y bajo lentamente marcando pieles con fuego, y después rápido tan rápido que en mis ojos explotan luces incandescentes que por momentos me dejan ciega, y dejo de ver los ojos que nos miran, la gente que nos mira estupefactos emocionados, calientes...
Las luces se detienen, creo que explote, pero no es así, el tren se detuvo, llegamos a la estación, te debes bajar, retorno a la realidad; húmeda, agitada e insatisfecha...nada puedo hacer por el momento, mi viaje debe seguir. Busco tus ojos a través del cristal, solo deseo grabar tu imagen hasta nuestro próximo encuentro, me sonríes, me guiñas un ojo y en mi mente escucho tu voz:
-no te preocupes terminamos mañana
y la gente mira estupefacta, emocionada y caliente...