miércoles, 29 de agosto de 2007

Feliz Aniversario.




No era nada, ese sentir despacito que trepaba desde su vientre, se acomodaba en el pecho y mandaba señales a su cerebro, no era nada, tan solo un poco de miedo. Miedo que parte de las decisiones dificiles; como aquella, tan rápida, tan abrupta, tan abrumadora. Solo ahora pasado un rato sentía los primeros síntomas de esa decisión: el silencio a su alrededor y los gritos ahogados en su vientre; las paredes que sin explicación alguna, caían una tras otra; y la pena, la pequeña pena, pena que comenzó como una chispa de fuego leve que no daña a nadie, pero tras un rato, es fuego abrasador que quema desde dentro, fuego que desgarra, fuego que se aferra como pequeños dedos estrangulando, negandose a caer, rasgando, rompiendo, pesando en su cuerpo...junto con los gritos, gritos nacidos en su garganta y fuera de ser silenciosos han congelado el mundo a su alrededor.
Al pie del abismo el fin comienza a deshojarse, pequeños pétalos carmesí, resbalan lentamente por sus piernas, pero a medida que recorren los miembros surcando, marcando, sellando: para no olvidar, el otoñal descenso se transforma en tormenta invernal; congelando todo ardor, todo vestigio de vida que albergaba. Ríos y ríos resbalan ahora, limpian, lavan toda culpa, todo temor, toda tristeza...con su fuerte trepidar rompen el suelo, rasgan el silencio, sellan al fin...el fin


Vicente...No, no era ese el nombre en la lápida, no era de aquel el cuerpo en la sepultura, sino el suyo. No había tiempo aún de que fueran dos, aún era de ella de quien se estaba deshaciendo.

12 comentarios:

Deikakushu dijo...

Que bonito, Secre, precioso. Es la pena el mas terrible de los dolores, esa angustia. La certeza de que no volverá, lo has descrito tan bien. Y si, al final es nuestro cuerpo el que yace, porque nosotros, los que estamos aqui, somos los que sentimos.
Realmente conmovedor.
Besos

Moriah dijo...

¡Qué duro! Cuando hablas de la pena... es muy certero, me gusta que la llames pequeña para que luego vaya creciendo...

Y el principio...la descripción del miedo me es tristemente familiar.

Me ha puesto triste.

Un abrazo, Secretaria. Y gracias.

Valk dijo...

Secretaria...algo me quema en el pecho tras leerte. Me araña por dentro y crece. Es...sí, creo que es angustia.
Pierde el que se va y el que se queda se queda con todo, con todo el dolor, con toda la pena, con toda esa maraña de sensaciones de impotencia.

Oh, amiga, me conmueves una vez más.

Dulces besos

la secretaria dijo...

Dei: es raro, cuando escribi este relato hablaba de un acontecimiento en particular, que efectivamente en una mujer provoca tremenda pena, que es lo que al final trascendio de este trozo. Al final lo que tu dices es cierto y valkiria tambien lo menciona, en un adios los que se quedan son simpre los que más sufren, pero en este relato en particular ambos se fueron.¿Lo puedes ver?

Un beso
La Secretaria

la secretaria dijo...

Elbereth: el miedo es tristemente familiar a todos por ser inherente al ser humano, pero creo que no por eso debemos huirle, sino más bien enfrentarle y reconocer que una vez superado el miedo somos más fuertes aun.
Que tu cuna de abrazos este siempre contigo.
Un beso
La secretaria

la secretaria dijo...

Val: la pena es tremenda ¿no?, aun asi y como se lo comentaba a Dei, mi relato no partió con esa idea en mente, en realidad es curioso, queria relatar un hecho que me provoca infinita tristeza, pero parece ser vuestra interpretacion la más acertada aun por sobre la mía, creo que mi subconsciente una vez más me traiciono y dijo mucho más de lo que debia decir.
Un beso algo confundida
La Secretaria.

la secretaria dijo...

Dei ahora que lo vuelvo a leer, descubro que si, el que se queda sufre y el relato lo dice, la vida misma me lo dice...

Nico dijo...

como ke tu escrito me llevo a recordar una cancion de fernando ubiergo ...no se sai te suena 2cuando agosto era veitiuno" si no la conoces buscala ...

es como tu mismo relato pero echo cancion ...emociona igual y provoca el mismo nudo en la garganta ....

no se si condenaras el acto ....y tampoco busco saber que opinas al respecto ...aunque muchas veces el remedio es peor que la enfermedad ....

te cuidas


Besos.

Anónimo dijo...

"no era nada..." empiezas diciendo, no es nada, nos decimos muchas veces como los niños que intentan conjurar el miedo. No es nada... no duele... no me hundo...
Y seguimos para adelante como si realmente creyeramos esa letanía tonta.
me dejas revuelta con tu precioso relato. para mí no habla de una muerte sino de una separación. Aunque en realidad, no es lo mismo?
besos

Bífida Penélope dijo...

Vaya...
Acabo de ver tu comment en un post mio "de vacaciones a ninguna parte"
En aquel momento te apené, hoy, me apenas tú.
He sentido cada una de las sensaciones de tu texto, hasta el arder del fuego creciente.
Esa chispa que empieza como una molestia que ignoras y con pequeños sopliditos intentas apagar y cuando ya no puedes hacer nada, miras a otro lado. Cuando te quieres dar cuenta, estás hecha cenizas.
Yo si veo que los dos desaparecen, sólo que la conciencia es de uno único.
No sé...sencillamente impactante y esquisitamente escrito.
Enhorabuena y gracias por este rato de sentimientos.

Besos biperinos!

Unknown dijo...

Te he dejado un meme en mi blog :)

Valk dijo...

Alguna forma más secreta de comunicarme contigo??
Beso