
Las piernas abiertas, listo
Las manos en la espalda, listo
Tus pechos apoyados en la mesa, listo
Tus labios húmedos. listo
y entonces lo hacemos
Mis manos en tu cintura para poder complacerte, me pides que te lo meta hasta el fondo, que te parta en dos, yo sé que así te gusta, sé que te gusta el dolor, por eso te muerdo los hombros, por eso te jalo el cabello, por eso cuando estas a punto de acabar, y estrangulas mi miembro con tu sexo, te araño la espalda, porque es promesa de gemido ronco, áspero, casi sin aliento, porque cierras los ojos, y te muerdes los labios hasta que el rojo inunda la escena, y yo ya no puedo más; acabo contigo, junto a ti, encima tuyo.
Y me largo, me largo porque sé cuanto le gusta el dolor a la Secretaria.